¿Cuál crees que es la función del arte y de tu obra en concreto?
Pienso que el proceso creativo es un estado interior, mental (intelectual), emocional y espiritual; una necesidad donde las fuerzas internas confluyen hacia el objetivo propuesto: crear, componer. Las ideas cuando surgen te despiertan, te activan y de pronto te ves sumergido en ellas.
Mi proceso de creación está siempre presente, el subconsciente está trabajando continuamente, la memoria está siempre activa, sensaciones del pasado que el subconsciente mantiene y de forma sorpresiva e instantánea surgen es la experiencia acumulada. Creo en el instinto, me suelo dejar llevar por el impulso inicial con la finalidad de ir descubriendo su cauce natural, su expansión en el tiempo. La contemplación, la observación, la percepción, la intuición configuran la creación, quedándome con lo que considero esencial. Pienso que el arte de la creación musical es un estudio permanente de uno mismo y también del espíritu humano, siempre he pensado que la música es algo profundo, trascendental con percepciones intelectuales pero también emocionales, sensibles e inmediatas, cuando compongo no pienso en esto pero cuando lo oigo si lo experimento.
¿Cómo ordenarías de mayor a menor relevancia estos conceptos? Serenidad. Silencio. Sutileza. Impulsos. Intimismo (puedes añadir el que quieras)
En primer lugar el silencio lo considero fundamental para descubrirte, oírte a sí mismo y a la vez comprender el sonido en su plenitud, el silencio ayuda a observar el exterior.
Impulsos, son como los brotes en la naturaleza, los latidos, la corriente del agua, la comprensión de tu pensamiento y la extensión en el tiempo que considero fundamental para la expansión de la idea que va a generar la obra.
Intimismo, dialogo interior, ayuda a encontrar tu verdad en la sonoridad.
Sutileza, es la expresión que se plasma en la partitura, la definición y el proyecto de la idea que queda registrada en el tiempo, buscando el ideal sonoro.
Serenidad, es un estado interior necesario para ir encontrando los caminos adecuados.
¿Qué papel juega el timbre en tu música?
La sensibilidad y belleza tímbrica la considero una expresión muy importante, de primer orden, en cada obra procuro que el timbre se ajuste lo máximo posible a lo que quiero expresar, este hecho hace que reflexione y medite mucho el sonido antes de definirlo, el timbre es una extensión de la idea sonora que ilumina y proyecta el sonido con una mayor amplitud. Me inspira espacios sonoros que fluyen en el proceso creativo, que suelen aparecer simultáneamente con la idea. El estudio y la observación continuada de cada instrumento me facilitan el reconocer espacios novedosos, personales que perfilan y se ajustan a la idea.
© Roberto Mosquera 2021
La palabra Música: deriva de la raíz indo-europea: MEN.
MEN: indica los movimientos del espíritu. Principales derivaciones: espíritu, memoria, musa, hombre. (el concepto de la música es entonces un arte pensado, intelectual, abstracto, inmaterial, un arte del tiempo es decir la importancia del ritmo en la música).
La palabra Ritmo: deriva también de la raíz indo-europea: SREU
SREU: indica el color, un movimiento repetido con variantes siempre nuevas es decir el infinito de la periodicidad irregular.
La música siempre ha estado y se ha relacionado en mi pensamiento desde mi infancia (el sonido de las interferencias en las emisoras de radio, el sonido chirriante e irregular de las puertas, el sonido de las campanas en el exterior, el sonido del reloj, el sonido de la naturaleza......).
Mi primera relación con un instrumento fue con un palo de madera (en mi pensamiento sonaba) era mi infancia, después pasó a ser una flauta-guitarra-mandolina-armónica y finalmente un piano (instrumento que llenó mi espacio sonoro) provocó mi independencia con lo que me rodeaba, mi mundo sonoro se extendió por el teclado, veía su amplitud, no necesitaba nada mas, solo estudiar, profundizar, conocer, analizar.
Llegó la hora del aprendizaje teórico, las clases de piano, armonía, contrapunto y fuga, composición, orquestación, ....... en el Conservatorio Superior de Madrid, en lo que es ahora el Teatro Real, el conocimiento y estudio profundo de la obra de Bach, Mahler, A. Webern, G.Ligeti, P.Boulez, Mozart, Beethoven en este orden y en mucho tiempo han ido conformando mi universo sonoro (hoy sigo utilizando a Mozart como lectura diaria, es como si estuviera a mi lado, un rosetón grandioso que ilumina constantemente).
Las clases se extendieron en Alemania, Francia, España, compositores como F.Donatoni, C.Prieto, L. De Pablo, C. Halffter, P.Boulez, me mostraron y me enseñaron su camino de trabajo continuo. Pero como decía J. Brahms la composición no se enseña es una necesidad interior y se lleva dentro, es tu propio mundo el que tiene que ir manifestándose.
La reflexión continua, la comprensión del tiempo musical uno de los grandes pilares de la creación, es muy importante entender la extensión de la música en el tiempo, el tiempo necesario que necesita para ser comprendido, el análisis continuo de tu propio pensamiento creativo. El proceso creativo es un estado interior, mental y también espiritual donde las fuerzas internas confluyen hacia un objetivo el de crear, componer. Las ideas cuando surgen te despiertan y te ves sumergido plenamente en ellas es la continuación del camino que se inició con tu origen, tus sentimientos, tus hallazgos, tu búsqueda continuada, tu mística.
© Roberto Mosquera 2019
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